Un intercruce entre la vida cotidiana, la fiesta y los medios en Tijuana, Mexico. A view of life and party and mass media in Tijuana, Mexico.

octubre 22, 2004

TIJUANA NO ES TIJUANA

TIJUANA NO ES TIJUANA:
representaciones en fragmentos al margen de la frontera.

FIAMMA MONTEZEMOLO (COLEGIO DE LA FRONTERA NORTE, TJ)


"A battle map aims not to describe a place, but rather to begin its
transformation" (Gausa, Guallart, Et. Al. 599)

Tijuana lo explica a cada rato:
‘Es más fácil decir lo que no soy que lo que soy...’



Tijuana reafirma en cada uno de sus fragmentos significantes que ella no es ella y menos que nada lo que la mirada externa (que sea la mía, la de una antropóloga italiana, la de un arquitecto tijuanense o la de un taxista que antes era vendedor de tacos) cree captar. Entre exotismos y nacionalismos, hibridismos y purismos, entre todo esto y mucho más, lo único que se puede decir es que ella tiene razón: no es ella, es un algo que va siempre más allá de cualquier definición...
Como el Hermes de la mitología griega o cualquier trickster de la mitología antropológica, este rancho-metrópoli parece haber decidido por lo mas refinado: no mentir acerca de sí misma sin por eso tener que decir La Verdad.

Si todas las verdades son 'fictions', o sea construcciones parciales (Clifford, 1987; Geertz, 1973), Tijuana me enseña que de verdades relativas ella tiene miles y, según la circunstancia, esconde una o evidencia la otra...o dos...posiblemente en contradicción...como éstas:

Tijuana es única/Tijuana es una ciudad cualquiera;
Tijuana es violenta/el hecho que Tijuana sea violenta es nada más un mito negativo, cualquier ciudad además es peligrosa;
aquí empieza la patria/Tijuana tercera nación
[1];
Tijuana rancho/ Tijuana laboratorio de la postmodernidad;
Tijuana más mexicana de Ciudad de México/Tijuana no es México
Tijuana ciudad transfronteriza/Tijuana no se mezcla.


Hasta en los datos estadísticos, esta ciudad exhibe orgullosa su incoherencia: resulta de la comparación entre ellos que Tijuana puede tener arriba de un millón de habitantes, o más de tres (TJ no Síntesis, 2005[2]).

La siguiente contradicción es históricamente y fantacientíficamente acertada: Tijuana pertenece al siglo XIX/ Tijuana pertenece al siglo XXII (ibidem).

Entonces así es. Tijuana no parece esconderse detrás de la poderosa mentira moderna que empieza su cuento con una definición-definitiva de cualquier ‘objeto’ quiera representar: esa mentira - modelada gracias a exclusiones y retóricas - la deja a un lado (quizás sobretodo estadounidense[3]), ironizando sobre ella y siguiendo adelante con tolerancia. Su tolerancia consiste en el riguroso ejercicio del sentido de la parcialidad y de la procesualidad continuas. O sea, en el dejar espacio a diferentes representaciones de sí misma: auto y hetero construidas. Y sobre todo a la contradicción presente en los diferentes cuentos/descripciones que se pueden escuchar/ver/leer y más, sobre ella.

Rafa Saavedra, escritor, de esta manera describe y fantasea su ciudad: "Don't be fooled por el mito y la leyenda: ni Sin City ni el lugar mas feliz en la tierra [...]. Algo se repite como un loop: las imágenes reciclables, los trazos multicolores sobre una realidad carismática en pleno reacomodo. Tijuana no se queda quieta, se mueve, se esta' moviendo, por eso es tan difícil asirla y por eso es tan fácil ponerle etiquetas"...(Saavedra, 2002)
Esto sugiere Rafa, uno de los pocos tijuanenses que no le tiene miedo a la posibilidad de hacerse “tragar” por su ciudad en un delirio antropofágico que le da la justa ‘autoridad etnográfica parcial’ desde un punto de vista autorepresentacional para confiar en él, según yo: "Construye tu idea de la ciudad [...] Tj demasiado real para ser un simulacro, demasiado artificial para ser un acto por legitimar. Tijuana es Tijuana no es el deshuesadero de Estados Unidos o el patio trasero. Tijuana es el chip y el software para recrear, fingir o vender nuestras propias voces" (ibidem).

Los fragmentos no se recomponen en ninguna lógica que resultaría imposible: sería como buscarle un sentido preciso a la poética polifónica futurista. Tijuana no es un performance que asuma como suyo el objetivo de la coherencia, y es precisamente en lo que dice ser y al mismo tiempo en lo que niega que quizás esté la riqueza de su interpretación sobre sí misma. La única forma de descolonizar la pretensión de cualquier verdad última y única es hacerla explotar en una contradicción que multiplique su significado.

Por ejemplo: ¿Qué pasa en la famosa Revu[4]? una exposición falsa de calculado exotismo mexicano, una burla contratada en la cual todos saben (mexicanos ‘auténticos’ y gringos ‘tontos’, según el estereotipo) el rol que se debe de jugar, o una exhibición de nostalgia por un pasado inexistente[5]?

O qué imagen es la que se vende en la Zona Río, es decir, la de una área construida al estilo estadounidense, con cines de salas múltiples y centros comerciales?

¿Y la Zona Norte? La que se conoce como la parte ‘indecente’, la de las prostitutas, bares, prostíbulos y reclutamiento de migrantes ilegales para cruzar al otro lado de la frontera?
¿Y los cerros?, donde las casas auto construidas muchas veces faltan de electricidad, agua corriente, drenaje.

¿Y qué decir de la famosa línea[6], parte constitutiva fundamental de esta ciudad que podría ser el punto principal, junto con el periodo de los casinos de los años de la prohibición[7] y del desarrollo de las maquilas en los Sesenta[8], para reconstruir su biografía? Ésta es famosa por ser la frontera más cruzada del mundo. Famosa también por sus muertos ésta triste frontera: gente que intentaba cruzar ilegalmente y que no ha logrado alcanzar su objetivo de mejoría de vida. La línea, donde cada tipo de ironía e ingenuidad se aplica y se desprende para transformar lo negativo en positivo y viceversa: un ejemplo es el periodo posterior al 11 de septiembre, cuando las filas a pie o en carro se hicieron enormes debido al aumento en el tiempo que los oficiales de migración tardaban en revisar los papeles; por lo que la gente que acostumbraba cruzar diariamente – como los commuters que residen en Tijuana pero laboran en San Diego – optaba por pasar la noche cerca de la garita para cruzar en la mañana a tiempo para alcanzar el trabajo. Esto condujo a la creación otra manera de atravesar la línea: la bicicleta. Un hombre compró 50 bicicletas destinadas a recorrer una ruta especial, aceptada por parte de las autoridades estadounidenses, de tal manera que al pagar la renta de una bicicleta se pagaba también un atajo en el tiempo para cruzar. En tiempos de alerta alta, como con la Guerra de Irak, el precio de renta de una bicicleta en Tijuana para andar unos cuantos metros y regresarla en el lado de San Diego puede elevarse hasta los 7 dólares, mientras que en momentos de relativa calma política baja a 5. Una concesión especial se ha creado en la frontera: no se requiere usar el casco.

¿Qué dice Tj de si misma, qué expresa en sus verdades relativas? ¿Qué trata de afirmar o negar?

Cómo interpretar, por ejemplo, la imitación de la estatua de la libertad neoyorquina, creada en forma de mujer gigante desnuda que se eleva en medio de los barrios pobres cerca del aeropuerto; la existencia de una santidad popular que es la de Juan Soldado (el soldado acusado en 1938 de violar y matar a una niña), una santidad ‘ilegal’, no reconocida por la Iglesia Católica romana, asociada con otra ‘ilegalidad’: la de los migrantes que le dan las gracias a Juan Soldado por su protección al cruzar la frontera, mandando de regreso con sus ofrendas, fotocopias de sus green cards reales o falsas, cualquiera que sea el caso, obtenidas al otro lado de la frontera; o las composiciones musicales de esta zona que en algunos casos insertan los símbolos de la narcocultura o de la prostitución reproduciendo esos mismos símbolos para negarles su poder, explicitar sin reprimir unas realidades que tienen una fuerte esencia en esta ciudad; o las casas hechas de ruedas y puertas de garages estadounidenses...la reapropiación de formas y materiales, la política del camuflaje y de la valorización del wasted material, del proceso que cambia y nunca para, del reciclaje que es sinónimo de aceptación del término de un ciclo y de la inserción de unos elementos de ese ciclo en uno nuevo, resignificándolos naturalmente en condiciones nuevas: una re-information de un algo...todo empieza del fin de un algo...Y mucho empieza de la necesidad de un algo más: el self-urbanism que es la construcción de una estructura espontánea que surge de la necesidad de un techo y de la falta de una política gubernamental que esté al paso con el vertiginoso crecimiento de una población que no logra tener una construcción mas segura y rigurosa.

Asi se define en parte el reciclaje en el Diccionario de Arquitectura de Actar: “with rubbish we can trace history: migration, disasters, the rise and decline of civilizations” (2003:518). Esta cita parece pintar un cuadro llamado Tijuana en el cual se narra la historia de una población que en los años se multiplica (sobretodo en consecuencia de la llegada de los migrantes de todo Latinoamérica), se heterogeneiza[9] y se ve empujada a construirse su propio espacio con materiales reciclados. El Instituto Municipal de Planeación dice que Tijuana crece 3 hectáreas al día y que su población flotante es de 200.000 personas; 400.000 de la población total viven en zonas riesgosas.

¿Cómo interpretar todo esto? Toda esta Tijuana que, “también”, así se cuenta?

Tijuana, si acaso tiene algo que parezca cierto, es su necesidad comunicativa prepotente que se evidencia en su semiótica urbana y su capacidad de cambio: una semiótica-adaptación a veces conflictiva[10], seguramente temporal[11] que se encuentra en movimiento constante. Es una de esas metrópolis que Massimo Canevacci (1997: 99) diría están por-todas-partes, hecha por diferencias micro lógicas pervasive.

La nostalgia de Tijuana es la de una ciudad que vive su presente buscando justificación en un pasado que sea posibilidad de proyección hacia el futuro.

En este sentido está por-todas-partes (sprawl), no solamente en una lógica espacial sino también temporal: "Cities should act like chips: do more and more in less space" (Gausa, Guallart, Et. Al. 2003: 556): esta parecería ser la ley de la Nueva Tijuana en la cual el peligro de la claustrofobia física y existencial dado por la compresion del espacio es exponencial[12]. La tendencia opuesta es la de la gated community al estilo La Perla de Playas de Tijuana (distrito que esta afuera de Tijuana) que es un espacio cerrado habitado por una clase medio-alta que se vive como libre exactamente porque está cerrado, aislado de la dinámica corrosiva de la ciudad, de sus peligros y su caos. Esos espacios están difundiéndose siempre mas en las Américas. Son como huecos raros en un mapa heterogéneo, raros por sus búsquedas de homogeneidad tranquilizante, posiblemente blanca y de dinero. Si antes los ghettos eran a la periferia y estaban constituidos de las etnicidades subalternas y las clases pobres, hoy en muchas metrópolis hay una tendencia opuesta: constituir nuevos ghettos pero de elite porque los pobres invaden y se apropian de los centros de las ciudades. El enclave tijuanense es otro de esos “protected and fortified spaces, islands of enclosure and anticipated protection against the real and imagined danger of daily life” (Soja, 2000:299). Pero, claramente, hay algo más en los enclaves tijuanenses porque la mayoría de las veces se trata de la aplicación de otra ironía local: los excluidos que excluyen a su vez. Si no se puede acceder a la riqueza estadounidense de manera mas directa se intenta reproducirla aquí a través de la imitación de ese mismo elitismo pero re-localizado en el cual se imitan las casas en estilo californiano que son a su vez una imitación de las casas coloniales mexicanas.

En T.J. yo aplicaría el rechazo de Nietzsche por la búsqueda de un origen[13], por eso creo que T.J. nunca es T.J., sino miles de ella, porque en el origen se busca obsesivamente una esencia, una posibilidad pura, una identidad medesima, una forma inmóvil, se busca lo mismo no lo diferente y T.J. es juego continuo de diversidades, de verdades simuladas y no, de conflictos y recomposiciones, una mirada que quizás por ser tan situacionista , sabe mejor por donde mira.
Podríamos concluir así: “The city has stopped being an enclosed area and has come to manifest itself as a combination of multiple and fragmented remnants. Like a patchwork on the land, the crystalline shape of the primitive city erupts in a heterogeneous spread of splashes and hollows. A patchwork of linked realities, of conflicts and tensions and loveliness-attractions fostered precisely by the potential for mobility, interchange and displacement. A patchwork therefore – or perhaps more like a plankton – converted into a collection of individual fragments without apparent cohesion […]. The harmonious music of a complete, refigured, balanced city yelds to a complex arhytmic score with – perhaps – possible melodic fragments, but generally with a syncopated and atonal non-rhytm of points and counterpoints that make the contemporary urban space a definitively open and irregular body” (Gausa, Guallart, Et. Al. 2003:472).

Dos verdades parciales que, después de unos años de vivirla, yo afirmaría respecto a este espacio tan contradictorio que es TJ:

I)
Parece posible amarla sobre todo despreciándola, hablando de ella con la misma intensidad que era en la representación que Baudelaire hacía de Paris (Canevacci, 1997). Es decir, con ese típico rechazo denso de atracción que nos da la impureza cuando nos resulta perturbante (Freud) y que nos empuja a hablar mal de algo porque en el fondo ejerce una atracción sobre nosotros que no podemos evitar; porque Tijuana es fea, como dicen las mayorías que la viven, pero es con ella que se acaba bailando (Peralta, 2003). Como el poder nunca es solamente represión (los marxistas no lo habían entendido, Foucault si[14]) porque un sutil placer casi inevitablemente lo acompaña, así la caracterización casi siempre negativa de algo conlleva una atracción implícita. Por eso dudo de los estadounidenses que detestan a Tijuana aún fantaseándola como la ciudad toda tequila sexo y marihuana al estilo Manu Chao, así como dudo de los tijuanenses que detestan a San Diego aún consumándola de una forma u otra[15].

II)
Tj no es Tj y lo sabe. Esta su arma: la versatilidad.

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Bibliografía.

*Baudelaire, C.
1998 Las flores del Mal. Ed. Cátedra, Madrid.
*Bringas, N.; González, I.
2003 Algunos aspectos sobre el turismo en la frontera norte de México. . In “Por las fronteras del norte., una aproximación cultural a la frontera México-Estados Unidos”, edited by José Manuel Valenzuela. CONACULTA, FCE, México.
*Canevacci, M.
1997 La Citta Polifonica. Edizioni Seam, Roma.
*Canclini. N.G.
1990 Culturas Hìbridas. Estrategìas para entrar y salir de la modernidad, Editorial Grijalbo, México D.F.
*Clifford, J.
1987 The predicament of culture. Twentieth-Century Ethnography, Literature and Art. Harvard University Press, Cambridge-London
*Félix, H.
2003 Tijuana la horrible. El Colef, El Día, México.
*Foucault, M.
1977 Microfisica del potere, Einaudi, Torino
*Freud, S.
1996 Lo Siniestro, en “Obras Completas” Tomo 3. Biblioteca Nueva, Madrid.
*Gausa, M.; Guallart, V. Et. Al.
2003 The Metapolis dictionary of advanced architecture. ACTAR, Barcelona.
*Geertz, C.
1973 La interpretación de las culturas. Gedisa, Barcelona.
*Gilroy, P.
1995 To be real. En “Let’s get it on. The politics of black performance” Editado por Ugwu, C. by. Bay Press, Seattle.
*Montezemolo, F.
2004 Sprawlfobia nelle Americhe, in italian review Gomorra, March 2004, y. VI, n. 6, Meltemi Editore, Roma.
*Peralta, R.
2003 La citta brutta. In review “La Critica Sociológica”, September 2003, n. 146. Roma.
*Rosaldo R.
2001 Cultura e verita. Rifare l’analisi sociale. Meltemi Editore, Roma.
*Saavedra, R.
En Bitácora, edición binacional, año 6, n. 317, 12 de diciembre, 2002
*Sadler, S.
1999 The Situationist City. The MIT Press: Cambridge, Massachusetts, London.
*Soja, E.
2000 Postmetropolis.“The Carceral archipelago: Governing space in the postmetropolis” Blackwell Publishers, Great Britain.
*Vázquez, G.
2003 La Farmacia más grande del mundo, en revista “Expansión”, México.
*Velasco, L.
2003 Migración Indígena y diversidad cultural en Baja California. In “Por las fronteras del norte., una aproximación cultural a la frontera México-Estados Unidos”, edited by José Manuel Valenzuela. CONACULTA, FCE, México.



[1] Si Fox, presidente de la nación mexicana bautiza a T.J. como la tercera nación (con este nombre fue inaugurada la exhibición en la canalización del Río Tijuana, con Fox como invitado de honor) quizás podríamos deducir que T.J. no es Mexico y si hasta su definición nacional es una negación implícita de su posición geográfica, T.J. de veras es un espacio mas atado a la concepcion del becoming rather than being (Gilroy, 1995).
[2] Libro en proceso de edición: Montezemolo, Peralta, Yépez.
[3] Esta la imagen mas recorrente en los cuentos estadounidenses sobre Tj: “While Tijuana is not subject to a curfew and has not been placed off-limits, commands are urged to counsel service Members to exercise caution in Tijuana, especially at night. The majority of those victimized in Tijuana are individuals who become intoxicated and separated from friends” (Home land security USCG 2001).
[4] La Calle Revolucion es la Calle mas turística de Tijuana, donde hay tiendas, bares, farmacias, y burros pintados como cebras para satisfacer la gana exotista de los visitantes.

[5] Famosa en este sentido la respuesta a la pregunta del porqué pintar burros de blanco y negro contenida en una de las entrevistas hecha por Nestor Garcia Canclini al propietario de un burro-cebra de la Revu: en el Sur de Mexico tienen las piramides, aqui no, asi que algo nuevo hay que inventarse por el gringo.
[6] La línea seria la frontera que divide Mexico de Estados Unidos y que nace en el 1848 con el Tratado de Guadalupe Hidalgo, tratado hecho en consecuencia de la perdida de una parte importante de Mexico que se vuelve estadounidense.
[7] El crecimiento de Tj inicio’ sobretodo con la Prohibición en USA, su reputación de ciudad del vicio (alcohol, apuestas, casinos, peleas de gallos, etc.), que todavía existe, atrajo mucha fuerza trabajo además del turismo estadounidense insatisfecho de las leyes restrictivas de su pais. En este sentido muy famoso se queda el Casino de Agua Caliente que tuvo visitas de Buster Keaton, Laurel and Hardy, Clark Gable, los hermanos Marx, nobles europeos y maharajas indios.
[8] Las maquiladoras son plantas de ensamble que permiten una fuerte presencia de capital extranjero en la zona gracias a una ley mexicana que da particular libertad fiscal a esta parte fronteriza del país: en las fábricas de aquí, partes de productos o materias primas se ensamblan para ser exportadas sin impuestos. Las ventajas para las multinacionales, dueñas de estas plantas, es que utilizan mano de obra barata y de-fiscalizacion.
[9] Dice Laura Velasco (2003:200) “Un escenario étnico caracterizado por: una escasa poblacion de indigenas natives, una significativa poblacion de origen estadounidense asentada en la costa de la peninsula, nucleos de poblacion de origen chino, italiano, japoneses y ruso, asi como un componente mayoritario de poblacion mestiza de distintas regions del pais u una reciente poblacion indigena migrante con un crecimiento vertiginoso durante las dos ultimas decadas”
[10] Anuncios de productos médicos internacionales yuxtapuestos a la venta de sexo fácil (Farmacias Internacional/ Aquí Sexy Girls); calles con doble nombre o calles sin nombre o con nombres mal escritos (Jonh Kennedy); venta de mayoreo/menudeo, tiendas mini super, etc.
[11] Muchos bares en los últimos años se han transformado en farmacias, donde se venden medicinas sin recetas a los gringos, lo cual parece más remunerativo que darles solamente alcohol. Gisela Vázquez habla de Tijuana como la ‘farmacia mas grande del mundo’: “sus 1400 droguerías contrastan con el centenar de boticas en San Diego. Por cada bar o night club de la Revo hay dos o tres boticas” (2003:200)
[12] La nueva Tijuana se extiende paralelamente a la Tijuana conocida hacia al Este de la ciudad y es notable por su increíble concentración de casas prácticamente idénticas entre ellas amontonadas una con la otra. La mayoría de sus residentes son trabajadores de las maquiladoras. Según el periódico tijuanense Zeta y el Ayuntamiento de Tijuana, la Nueva Tijuana crece 2 hectáreas por día.
[13] Aun una fecha de ‘inicio urbano’ exista históricamente: el 1889, cuando se trazo’ el primer plano urbano de la ciudad, lo que corresponde a la zona centro de Tj. Un área central pero pegada a la frontera. Desde este plano urbano, con calles perpendicular, vertical. Horizontal y diagonal, se perdió’ el control del plan con el tiempo y una urbanización casual emergió’ de la necesidad de construir uno mismo su casa en lugar de insertarla en un proyecto.
[14] Foucault, en la Microfísica del Poder explica: “quel che fa si che il potere regga, che lo si accetti, ebbene, e’ semplicemente che non pesa solo come una potenza che dice no, ma che nei fatti attraversa I corpi, produce delle cose, induce del piacere, forma del sapere, produce discorsi; bisogna considerarlo come una rete produttiva che passa attraverso tutto il corpo sociale, molto piu’ che come un’istanza negativa che avrebbe per funzione di reprimere” (1977:13)
[15] A este propósito es interesante notar que los mexicanos que viajan a Estados Unidos no lo hacen solamente por trabajo (24%), sino tambien por consumo (42%) (Bringas, González, 2003)